Unas vacaciones familiares

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Sonó el despertador, había llegado aquel día que llevaban planeando desde hacía un tiempo. Álex apagó el despertador, emocionado, a pesar de lo temprano que era, había llegado el día del viaje, así que despertó a su mujer, le dio un beso de buenos días y tras sonreirse mutuamente sabiendo lo ilusionados que estaban por aquel viaje, Álex se levantó para ir al cuarto de uno de sus hijos. Tocó a la puerta de su hijo mayor y desde fuera de la habitación le habló.

- Ethan, es hora de levantarse, ve al cuarto de tu hermano y despiertalo, mamá y yo tenemos que terminar de hacer las maletas.

Álex no obtuvo respuesta alguna.

- ¡Ethan, mira lo que te he comprado!
- ¡A veeeeer!

Ethan abrió enseguida la puerta de su habitación y vio como su padre se reía.

- Para eso si que afinas el oído, ¿eh?
- Jo, papá, siempre me haces lo mismo.
- Y tu siempre picas, anda, corre a despertar a tu hermano, que el avión no espera a nadie.
- Papá, cuando despierte a mi hermano, ¿ nos da tiempo a bañarnos en el lago antes de salir?
- Hoy no hijo, cuando volvamos, vamos con el tiempo pegado al culo. Además, allí podrás bañarte todo lo que quieras, ya verás que sitio más chulo.
- Vaaaaleeeee.

Álex acarició la cabeza de su hijo y volvió con su mujer a terminar de prepararlo todo mientras Ethan iba a despertar a su hermano a regañadientes.

Salieron de casa, los cuatro montaron en el coche y emprendieron su camino hacia el aeropuerto. Jessica se dirigió a Alex.

- Cariño, ¿estás seguro de que lo llevamos todo?
- Sí, a ver, estamos nosotros, los niños... ¿ y el perro?
- ¿Que perro? ¿Que dices ahora? Hablo en serio, nada más nos faltaba habernos dejado los pasaportes en casa.
- Jajaja! Que cara se te ha quedado con lo del perro, no te preocupes, lo he comprobado unas cuantas veces y está todo bien. ¿ Vosotros bien ahí atrás, chicos?

Ambos hermanos respondieron al unísono.

- ¡Sí, papá!
- Me alegra oír eso, estamos llegando al aeropuerto.

Salieron del coche, cogieron todo su equipaje y tras un buen rato de espera y procedimientos rutinarios, al fin subieron al avión. Álex miró hacia los asientos que tenía detrás, en el cual estaban sus hijos y se dirigió a ellos.

- No hagáis que me arrepienta de haberos puesto juntos, aquí nada de peleas, cuando lleguemos podréis hacer el indio todo lo que queráis.

Jessica miró a Álex de mala manera y le dijo:

- Oye, no los animes, que nos la lían allí.
- Sí son muy buenos, mira que carilla tienen los dos.
- ¿Que tienen Carilla? Me da un miedo cuando empiezan a pelearse.
- Lo tienen controlado, ellos solo juegan, serían incapaces de vivir el uno sin el otro. ¿Verdad que sí chicos?

Ethan contestó enseguida a su padre.

- ¡Claro! Además, sería incapaz de aprovecharme de alguien más débil que yo.
- ¿Que has dicho, hermanito? Verás cuando lleguemos, a ver quién es el más débil.
- ¿Hermanito? Si yo soy el mayor.
- Uy, sí, ten cuidado, que podrías ser mi padre.

Álex interrumpió la conversación tras la mirada fulminante que le acababa de echar Jessica.

- Ya basta, chicos, poneros juntos fue decisión mía, vuestra madre me está mirando con cara de pocos amigos por haber tomado esa decisión quiero llegar vivo, aunque vayamos a estar pocos días, pero quiero poder disfrutarlos.

Ethan le formuló a su padre una pregunta que rondaba su cabeza.

- Papá, ¿Que hay allí en Cora Cora?
- Se dice Bora Bora y allí hay de todo lo que puedas imaginar, aguas cristalinas en las que podreis nadar todo lo que queráis, naturaleza a raudales, actividades por un tubo, noches fantásticas con espectáculos, no os va a dar tiempo a aburriros.
- ¡Que guay! Al menos salimos unos días de aquel ataúd gigante de madera.
- Sí tuvieras la opción, ¿ te mudarías al centro de la ciudad?
- Sería más fácil quedar con mis amigos, están empezando a quedar y solo puedo ir cuando estás disponible para llevarme.
- Solo tienes 9 años, te hubiera tenido que llevar igual, dentro de un tiempo, podrás ir solo a los sitios.
- Bueno, de todas formas, me gusta nuestro ataúd gigante, al final te acostumbras a los crujidos de de la casa y el lago justo enfrente, es un lujo que ninguno de mis amigos tiene, ¿algún día podré invitarlos para que se bañen conmigo en el lago?
- Claro, cuando volvamos de Bora Bora, dalo por hecho, ahora sigue el ejemplo de tu hermano y duérmete, aún quedan horas para llegar.

Al final, los cuatro se quedaron dormidos y el viaje se les pasó volando( nunca mejor dicho).
Al bajar del avión, cogieron el equipaje y se dirigieron al hotel, que estaba bastante cerca del aeropuerto, por el camino Ethan interrumpió a su padre.

- Ala papá, mira que furgoneta más grande.
- Eso es una caravana, hijo, es como una casa, pero con la que te puedes mover por donde quieras.
- ¡Que guay! Nunca había oído hablar sobre esa marca.
- ¿Que marca?
- Bellis Perennis.
- Eso no es una marca, será el nombre que le han puesto.
- Pues vaya nombre más raro.
- Tal vez para ellos tenga algún significado, Ethan.
- Puede ser... ¡mira! Hay gente dentro, y se oyen risas.
- Deben de estar jugando al monopoly o algo.
- ¿Monopoly se escribe con i latina o con i griega, papa?
- Pues... no estoy seguro, ¿ a que viene esa pregunta tan inesperada?
- No se, me ha surgido así, de repente.

Al llegar al hotel, dejaron su equipaje, se acomodaron y Álex se dispuso a hablar con Jessica mientras los niños veían la tele.

- Dicen que esta isla hace tiempo estaba bastante más desierta, al parecer ha cambiado mucho desde entonces, me llamó la atención el anuncio de inauguración, lo pintaban como un nuevo paraíso y de momento, parece un lugar precioso.
- Sí, aquí se respira otro aire, es un lugar increíble, creo que los cuatro lo pasaremos genial, tuviste buen ojo al elegir este lugar.
- Lo se, yo solo busco lo mejor para los cuatro.
- A veces siento que no te merezco...
- ¿Cómo puedes decir algo así? eres perfecta, siempre lo has sido, te mereces lo mejor, esta familia la hemos forjado juntos, sin mentiras entre nosotros, tenemos una vida perfecta con unos niños perfectos en un lugar ideal para vivir y lo hemos conseguido juntos, Jessica.

Jessica esbozó una sonrisa forzada, pero en su mirada se notaba cierta tristeza.

- ¿Está todo bien, cariño?
- Sí, no te preocupes, durante el viaje tuve una pesadilla, ya sabes que a veces parecen tan reales.
- Si necesitas contármela, sabes que puedes contar conmigo.
- No es necesario, vamos a disfrutar de la estancia aquí, seguro que hacemos amigos, allí cerca de casa no hay gente con la que poder conversar, además, tu trabajas muchas más horas que yo y me vendrá bien poder disfrutar de tu compañía durante tus vacaciones. Gracias por todos estos momentos Álex. Te quiero.

Tras besarse, se abrazaron y empezaron a planear cuales serían sus próximas aventuras en la isla.

¿Quién es esta peculiar familia aparentemente feliz? ¿Realmente es una pesadilla lo que ronda la cabeza de Jessica? ¿ Se cruzarán con los aventureros durante su corta estancia en la isla? ¿Será todo un plan del que está escribiendo esta nueva historia, que aún no conocemos?

Pronto tendremos nuevas noticias, tal vez aún sea pronto para entender la inesperada aparición de esta familia. Puede que pronto volvamos a tener noticias del periodista, pero eso ya no depende de mí, ahora su historia está en las mejores manos, no me cabe la menor duda. (Los hechos acontecidos en esta historia ocurrieron tiempo después de todo lo ocurrido con el periodista, no se sabe cuanto tiempo pasó, pero definitivamente, los tres aventureros llegaron a su destino, aunque no fueran los protagonistas de esta nueva historia.( La historia del periodista puede continuar en la fecha en la que se encontraba, antes de todo esto, pero eso ya, lo dejamos a elección de la joven promesa.))

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